jueves, abril 05, 2012

La Hiena Barrios versus el resto del mundo

Otro accidente de tránsito que termina con la vida de una mujer embarazada, esta vez el culpable es un "famoso".
La sentencia de cuatro años de prisión, el arresto inmediato, la furia de los familiares de Yamila González transmitida en directo por los distintos medios de comunicación es algo que he verificado con bastante frecuencia en los Tribunales y que indica claramente que las pautas de la Justicia no son las de los justiciables.
Es que resulta imposible que el sistema penal pueda satisfacer dos polos tan opuestos.
Por un lado el de las víctimas.
Por el otro, el de los imputados.
En este caso concreto, la pena de cuatro años de prision por una muerte, parece "barato", porque sabemos que una vida, cualquier vida no tiene un precio, entonces el clamor, la furia de los familiares de las víctimas puede entenderse, pero no justificarse.
Para los familiares de las víctimas, las sutiles diferencias entre "culpa con representación", "culpa", "dolo directo" y "dolo eventual", no tienen sentido. Pero para el imputado sí.
Ni jueces, ni fiscales, ni abogados, nadie sabrá qué pasó por la cabeza de la "Hiena" cuando vivió lo que motivó su enjuiciamiento. Quizás no lo sepa nunca.
Cuatro años por una imprudencia. Algo que tendremos que recordar quienes transitamos, porque este es un caso particular, que más allá de los dolores de sus protagonistas debe servir para el resto, para terminar estas muertes evitables, que al ser "imprudentes" manifiestan el desprecio por el otro, por el semejante y que quizás merecen una pena mayor o similar a la del homicidio simple por el solo hecho del desprecio por el otro.
Una comunidad puede clamar por justicia, pero si no tiene apego a las normas básicas de convivencia, siempre vivirá en el sub desarrollo, en el desprecio, la falta de respeto por el semejante. Por el otro. Algo que por muchas leyes, penas duras, confinamientos, no se evita y sí por la educación y la toma de conciencia.



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